sábado, 25 de noviembre de 2017


La verdad espiritual no es ni complicada ni esotérica, se basa en un profundo sentido común. Cuando se comprende la naturaleza de la mente, las capas de confusión se desprenden una tras otra. En realidad, no nos "convertimos" en un buda, sino que sencillamente, y de forma gradual, dejamos de vivir en el engaño. Ser un buda no equivale a convertirse en una especie de superhombre espiritual omnipotente, sino a llegar a ser por fin un ser humano...


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